Fundado en 1835, es uno de los cementerios más importantes del Uruguay y constituye una de sus primeras necrópolis. Fue una de las primeras necrópolis del país, en una época en que los sepelios eran todavía practicados por la Iglesia católica. En él se encuentra el Panteón Nacional, donde están sepultados los restos de importantes personalidades uruguayas. Originalmente, este cementerio estaba por fuera de la planta urbana de Montevideo, para evitar riesgos de epidemia. No obstante, con el crecimiento de la ciudad, terminó por quedar completamente rodeado por la metrópolis, proceso que culminó con la construcción de laRambla sobre la que se erigen sus muros posteriores. Fue fundado en 1835 bajo la presidencia de Manuel Oribe quién encargó su diagramado al arquitecto Carlos Zucchi para que reemplazace al cementerio viejo. La rotonda del acceso fue diseñada por el arquitecto y escultor ticinés Bernardo Poncini. En sus instalaciones se pueden apreciar esculturas y panteones de renombrados artistas, como José Belloni y José Luis Zorrilla de San Martín, y también la tumba de Mario Benedetti.
Es el andamio 38. Saúl Bejarano, un torturador que no soportó no poder arrepentirse de sus atrocidades y se suicidó, deja una carta a Javier Montes. El ex-coronel muere en la más absoluta soledad, y en la carta pide a Javier que, si por alguna razón llega a ir al Cementerio Central, visite su tumba. Veinte capítulos más adelante, Javier lee la novela El primer hombre, de Albert Camus, y recibe un impacto: Jacques Cormary, protagonista y alter ego del autor en el relato, visita la tumba de su padre, que había muerto cuando él tenía un año. Javier se conmueve y se dice que jamás ha ido a la del suyo, muerto también cuando él era muy pequeño. Decide ir, por fin, al Cementerio del Buceo, a visitar la tumba de su padre y así seguir reconstruyendo su historia.
Andamios narra la historia del periodista Javier Montes que, en 1995, vuelve al Uruguay para recuperar su espacio interior en un país que le arrebataron por la fuerza. Según Mario, es una especie de inmersión de los personajes de La borra del café, que saltaron de sus páginas para construir esos andamios. Y aunque no la reconoce como autobiográfica, sí admite en esta novela algunas pinceladas personales: «Yo también fui un exiliado y lo pasé muy mal. El exilio político es diferente del económico. La muerte, si es forzada, también es una forma de exilio». Publicada en Buenos Aires (1996), México (1997), Madrid y Montevideo (2009), Barcelona (2015), y traducida al italiano (2006), y al portugués (2017).
Luego de haber estado separados, cada uno en tumbas diferentes, el 29 de mayo de 2014, sus amigos y las autoridades montevideanas reunieron los restos de Mario y Luz en un nicho común, el 148 del Cementerio Central. Su expreso deseo en vida, era descansar juntos también después de la partida, y que el epitafio fuera una estrofa del poema «Defensa de la alegría», incluido en la serie «El Sur también existe».
Escrito casi en su totalidad entre 1984 y 1985, Preguntas al azar es un poemario marcado claramente por el desexilio. En él abundan las estampas del reencuentro, los inevitables rescoldos del exilio, las expectativas ante el esperado regreso, la mirada sobre Montevideo y su gente, sobre lo que dejó la dictadura, lo del título: muchas preguntas al azar. Incluye el grupo de canciones «El Sur también existe», musicalizadas por Joan Manuel Serrat. Fue publicado en Uruguay y Argentina en 1986, y en 2001 en España.
El 17 de mayo de 2009 Mario murió en su casa de la calle Zelmar Michelini. Fue velado con Honores de Estado en el Palacio Legislativo; miles de uruguayos desfilaron por el Salón de los Pasos Perdidos despidiendo y agradeciendo al poeta, llevando flores y biromes como póstumas ofrendas. De allí, los restos fueron trasladados al Cementerio Central, donde se celebró la ceremonia oficial del sepelio, en el Panteón Nacional. Una vez finalizada la ceremonia, los restos fueron llevados a una tumba individual del Cementerio del Buceo, lugar donde también descansaban los de Luz, su esposa, desde 2006 en un panteón familiar. El 29 de mayo de 2014, una vez cumplida la burocracia a la que tantos versos y párrafos dedicó Mario, sus restos y los de Luz fueron trasladados al Cementerio Central, donde ahora, reunidos, reposan en una tumba común, cumpliendo un anhelo expreso de la pareja.