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Descubrí Ciudad Vieja

Peatonal Sarandí

La mirada de Mario

Peatonal Sarandí

Descubrí el lugar

La Peatonal conforma un calificado paseo, con una importante variedad de arquitecturas, que conecta dos puntos característicos de la antigua ciudad: la plaza Matriz -vieja plaza Mayor del período colonial-, y la plaza Independencia, espacio articulador de la Ciudad Vieja con la Ciudad Nueva.

La peatonalización se resolvió con un pavimento que combina franjas de granito y adoquines. El equipamiento incluye bancos, luminarias y ornamentos vegetales, así como una fuente en el encuentro de Bacacay y Sarandí. Como en su pasado tiempo de esplendor, el trecho de la calle Sarandí que va desde la Iglesia Matriz hasta la plaza Independencia hoy es nuevamente uno de los paseos preferidos de la ciudad.

 

Descubrí la Obra

La Tregua

Estamos a 23 de junio en el diario de Martín Santomé. Ha llegado un momento muy esperado: Martín y Laura van por primera vez juntos al apartamento que él alquiló para ellos. Primer encuentro allí; hay algo de nervios, de tensión. Primera cena juntos y la tensión parece que va cediendo paso a la calma. De pronto, ella confiesa que su madre ya sabe todo sobre la relación. Martín acusa el golpe:

«Así no vale. Me sentí como desnudo, con esa desesperada desnudez de los sueños, cuando uno se pasea en calzoncillos por Sarandí y la gente lo festeja de vereda a vereda.1»

La tregua fue publicada en 1960, lleva a esta altura más de doscientas ediciones y fue traducida a diecinueve idiomas. Junto con Poemas de la oficina y Montevideanos, significó un punto de inflexión en la carrera de Mario, proyectándolo a nivel internacional y marcando su consagración como escritor.

1- La tregua, pág. 86

Descubrí a

Mario

1960

Mientras trabajó en la Ex-Industrial Piria, y en las dos horas que disponía a mediodía, Mario se hizo un hijo más de la Ciudad Vieja. Quince años de esa rutina es mucho tiempo; así conoció a fondo sus rincones, sus librerías, sus calles y bares, muchos de estos sitios frecuentemente aludidos en su obra.

El edificio de la Industrial Piria está aún en la esquina de Sarandí y Treinta y Tres. Es muy posible que para ir a otras calles y lugares del barrio Mario pudiera elegir, pero para ir al trabajo no tenía opción: debía sí o sí caminar por Sarandí, y saliendo a mediodía como lo hacía, la transitaba al menos cuatro veces por día. Esta familiaridad -casi como la que se establece con la calle en que uno vive-, con seguridad otorgó un lugar especial a Sarandí en la memoria de Mario. Recuerda -por ejemplo-, que por Sarandí mismo, a media cuadra de La Industrial Piria estaba la famosa Casa Spera, una prestigiosa sastrería que cerró definitivamente en la década del cincuenta.

Sobre esa misma calle Sarandí tan pateada por Mario, hoy una de sus baldosas con un sol dorado lo recuerda como la celebridad que fue. Entre la Ciudadela y la calle Rincón, la peatonal Sarandí es el Paseo de los Soles, nuestro paseo de la fama vernáculo.

Espacio de los soles
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